Rumalda Munoz February 7, 1955 - July 17, 2022

February 1955 ~ July 2022

Rumalda Muñoz, age 67, passed away at her family home on July 17, 2022 after a long and painful struggle with many health issues.

Rumalda was born in Tecalitlán, Jalisco, Mexico on February 7, 1955, to Jesus and Rafaela Cortez.  She was the ninth of eleven children.  Rumalda dedicated her childhood and young adult years to working on her family’s ranch.

On April 17, 1973, she and Jose Muñoz married in their home town of Tecalitlán.  In 1974, they welcomed their first son, Miguel Angel, to this world.  They expanded their family in the following years, adding Veronica, Bertha, and Ana.  In 1979, they made the decision to come to the United States to seek medical attention for their young Miguelito.  With great sadness, they lost their adored son at the age of six in 1980.  Although they faced extreme sadness, they continued to pursue a life in the US and welcomed three more children; Juan, Salvador, and Vanessa.  Rumalda and Jose lived in many cities throughout California, but ultimately set roots in Turlock, CA, where their children grew up and started families of their own. 

Rumalda was a caring and loving mother who dedicated her whole life to her family while also working to help support them.  Her ultimate goal in life was assuring that her children grew up happy and well provided for.  She was always concerned for her kids and served as a confidant giving them rational advice.  She was also a doting grandmother who looked forward to visits with her many grandchildren, lovingly calling each one of them her ‘reyes y reinas’.  She welcomed each grandchild into this world with a handmade blanket and a warm embrace.  Attending her grandchildren’s performances, birthdays, and watching their milestones gave her tremendous joy.  She was very proud of each and every one of them, always telling them ‘que Dios te de licencia para seguir adelante’.  Her passion was having her family united and together, making memories that would last a life time.

Rumalda enjoyed cooking for her ever-growing family, preparing nothing but the absolute best food, each and every time, and making sure everyone had a plate to go.  Whether she prepared a caldo, queso fresco, or even a simple pot of beans, she made it with love.  When family or friends would arrive for visits, they would often find her sitting in her recliner in the living room, gazing out the window, greeting each visitor with enthusiasm and a smile as if she had awaited their arrival all day.  Other times she would be found in the garage, sewing or putting together puzzles, while dancing and singing along to her favorite artists, Las Jilguerillas.  Playing loteria is something she took very seriously, but she would brush off a loss with her contagious laughter.  Her personality was unsurmountable and she became a friend, sister, or second grandma to all who met her.    

Rumalda is preceded in death by her parents, Jesus and Rafaela; several of her siblings; and her adored eldest son, Miguel Angel.  She is survived by her husband of almost 50 years, Jose Muñoz; her children, Veronica (Hugo), Bertha (Guadalupe), Ana (Vicente), Juan (Mary Lou); Salvador (Sandra), and Vanessa; seventeen grandchildren and four great grandchildren.  She touched many lives with her unconditional love and caring heart.  Her family finds comfort in knowing that she has been reunited with her cherished son, Miguelito, in the Lord’s presence and is no longer in pain.

Visitation will be held at Allen Mortuary on Thursday, August 4, 2022 from 5:00-6:00p.m. with the rosary to begin at 6:00p.m.  Mass will be at Sacred Heart Catholic Church in Turlock on Friday, August 5, 2022 at 10:00a.m. with interment to follow at Ceres Memorial Park. 

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Rumalda Muñoz, de 67 años, falleció en su casa el 17 de julio de 2022 después de una larga y dolorosa lucha con muchos problemas de salud.

Rumalda nació en Tecalitlán, Jalisco, México el 7 de febrero de 1955, a Jesús y Rafaela Cortez. Fue la novena de once hijos. Rumalda dedicó su infancia y juventud a trabajar en el rancho de su familia.

El 17 de Abril de 1973, ella y José Muñoz se casaron en su ciudad natal de Tecalitlán. En 1974 dieron la bienvenida a este mundo a su primer hijo, Miguel Ángel. Ampliaron su familia en los años siguientes, agregando a Veronica, Bertha y Ana. En 1979 tomaron la decisión de venir a los Estados Unidos a buscar atención médica para su hijo Miguelito. Con gran tristeza, perdieron a su adorado hijo a la edad de seis años en 1980. Aunque enfrentaron una tristeza extrema, continuaron con su vida en los Estados Unidos y dieron la bienvenida a tres hijos más; Juan, Salvador y Vanessa. Rumalda y José vivieron en muchas ciudades en California, pero finalmente echaron raíces en Turlock, CA, donde sus hijos crecieron y formaron sus propias familias.

Rumalda era una madre cariñosa que dedicó toda su vida a su familia mientras trabajaba para ayudar a mantenerlos. Su objetivo en la vida era asegurar que sus hijos crecieran felices y bien provistos. Siempre se preocupó por sus hijos y se desempeñó como confidente brindándoles consejos racionales. También era una abuela cariñosa que esperaba con ansias las visitas de sus nietos, llamando cariñosamente a cada uno de ellos sus ‘reyes y reinas’. Dio la bienvenida a cada nieto a este mundo con una cobija hecha a mano y un abrazo cálido. Asistir a las presentaciones y cumpleaños de sus nietos y ver sus logros le dio una gran alegría. Estaba muy orgullosa de todos, siempre diciéndoles ‘que Dios te de licencia para seguir adelante’. Su pasión era tener a su familia unida y juntos, creando recuerdos que durarían toda la vida.

Rumalda disfrutó cocinar para su familia, preparando nada más que la mejor comida, todas las veces, y asegurándose de que todos tuvieran un plato para llevar. Si ella hizo un caldo, queso fresco o incluso una simple olla de frijoles, lo hizo con amor. Cuando llegaban familiares o amigos de visita, a menudo la encontrarían sentada en su sillón en la sala, mirando por la ventana, saludando a cada visitante con entusiasmo y una sonrisa como si hubiera esperado su llegada todo el día. Otras veces se la encontraba en el garaje, cosiendo o armando rompecabezas, mientras bailaba y cantaba las canciones de sus artistas favoritos, Las Jilguerillas. Jugar a la lotería es algo que se tomaba muy en serio, pero le quitaba importancia a una pérdida con su risa contagiosa. Su personalidad era insuperable y se convertía en amiga, hermana o segunda abuela de todos los que la conocían.

A Rumalda le precedieron en la muerte sus padres, Jesús y Rafaela; varios de sus hermanos; y su adorado hijo mayor, Miguel Ángel. Le sobreviven su esposo por casi 50 años, José Muñoz; sus hijos Verónica (Hugo), Bertha (Guadalupe), Ana (Vicente), Juan (Mary Lou); Salvador (Sandra) y Vanessa; diecisiete nietos y cuatro bisnietos. Tocó muchas vidas con su amor incondicional y su corazón cariñoso. Su familia encuentra consuelo al saber que se ha reunido con su amado hijo, Miguelito, en la presencia del Señor y ya no siente dolor.